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El futuro de la red eléctrica requiere flexibilidad y financiamiento
Primero lo primero: Las empresas de tecnología climática están transformando la red eléctrica para integrar mejor la generación de energía renovable, incrementar la capacidad de la red y hacerla más confiable.
Crece la inversión en iniciativas climáticas. Según un informe reciente, las startups que trabajan para combatir el cambio climático recaudaron 87.500 millones de dólares entre el segundo semestre de 2020 y el primer semestre de 2021.
Está bien, pero solo el 25% de estas inversiones financiaron las cinco principales soluciones tecnológicas para el cambio climático, que incluyen energía solar, energía eólica, tecnología para el tratamiento de residuos de alimentos, producción de hidrógeno verde y alimentos alternativos.
- La movilidad y el transporte recibieron la mayor cantidad de fondos. Pensemos en los vehículos eléctricos.
Esto significa que tenemos que seguir trabajando en este tema.
- El mundo se prepara para un calentamiento global promedio de 3,2 °C (o 5,76 °F) para el año 2100, según las recientes conclusiones del panel climático de la ONU.
- Esta cifra supera con creces el límite de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París, un objetivo necesario para evitar la desaparición de los arrecifes de coral, el aumento de los fenómenos meteorológicos graves y las inundaciones en las ciudades.
- Pero no es demasiado tarde. El informe destaca que debemos reducir el carbono en un 67% de aquí a 2030 si queremos alcanzar el objetivo de la ONU.
El desafío: la producción de electricidad es la segunda causa de emisión de gases de efecto invernadero en los Estados Unidos, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
La solución: la red eléctrica tiene que ser más resiliente y flexible para incorporar más energía renovable.
- En otras palabras: los operadores de la red necesitan nuevas tecnologías que los ayude a equilibrar la oferta con la demanda.
- De lo contrario, puede producirse una caída de tensión o un apagón.
El almacenamiento de energía y los recursos energéticos distribuidos (DER) son dos ejemplos de tecnologías que ayudan al equilibrio de la red.
- La tecnología para el almacenamiento de energía, por ejemplo, las baterías, recoge la energía de la red cuando hay un exceso de oferta, la almacena y la libera después en momentos de alta demanda.
- Los DER son recursos energéticos renovables localizados. La energía generada se puede usar localmente para abastecer oficinas, plantas de fabricación, hogares, etcétera o se puede vender a los operadores de la red para colaborar con el equilibro de la oferta y la demanda.
Por ejemplo: Powin y Voltus son dos compañías que preparan el camino hacia una red más flexible.
- Powin suministra bancos de baterías que albergan el exceso de suministro de energía hasta que haya un aumento de la demanda. El objetivo es que nunca se desperdicie energía.
- Voltus conecta los DER a la red, ayuda a los propietarios de los DER a comprender mejor su uso de la energía y poder vender energía a la red.
Un dato importante: las empresas de tecnología climática no podrían realizar estos avances sin capital y apoyo internacional.
- Para tener en cuenta: el informe World Energy Outlook 2021 (Panorama energético mundial de 2021) declara que para evitar lo peor del cambio climático, la energía limpia y la infraestructura requerirán 30,3 billones de dólares de aquí al año 2030.
HSBC, un banco internacional, dota de recursos a las empresas de tecnología climática para lograr un futuro de cero carbono.
He aquí cómo: HSBC no solo proporciona financiamiento para acelerar estas iniciativas desde el principio, sino que también dedica los recursos y la experiencia necesarios para desarrollarlas a escala mundial.
- HSBC conoce a todos los grandes actores globales. Tiene capacidades en 65 países y una amplia red internacional de clientes.
HSBC acaba de empezar. Ha comprometido 1 billón de dólares de financiamiento e inversiones para ayudar a que los clientes logren las metas de sustentabilidad de aquí a 2030.
- Se destinarán 250 millones de dólares al financiamiento del crecimiento de las empresas, específicamente para impulsar la agenda de la tecnología climática.
Creado en colaboración con Smart Brevity Studio de Axios.