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Perspectivas del comercio internacional tras la pandemia por COVID-19
La propagación del COVID-19 por todo el mundo y las duras medidas implementadas por los gobiernos para contener el riesgo de contagio impactaron fuertemente a la economía global, que experimentó en 2020 su peor recesión desde la década de 1930.
La Organización Mundial de Comercio estima que el volumen del comercio mundial de bienes y servicios se contrajo 9,2% en 2020, por debajo de la caída de 13% registrada en la crisis de 2009.
En el caso de la región latinoamericana, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que en 2020 el valor de las exportaciones regionales de bienes cayó 13%, mientras que el de las importaciones se contrajo 20%. La caída del volumen importado fue de 16%, similar a la registrada en 2009 durante la crisis financiera mundial.
Las medidas restrictivas que aplicaron los países afectaron la logística del comercio internacional, mientras que las medidas sanitarias adicionales e inspecciones más rigurosas tanto de la carga y los equipos de transporte como del personal logístico que los opera, incrementó los tiempos y el costo de operación del comercio exterior.
Reconfiguración de las cadenas de valor globales
La pandemia producirá efectos de más largo plazo en el comercio; en particular, la reorganización de las cadenas de valor globales. La preocupación por la complejidad de algunas cadenas de valor, así como por su elevada dependencia de China, se hizo mucho más notoria con la pandemia.
Pero no solo es la pandemia, la frecuencia e intensidad de los fenómenos climáticos extremos ha ido en aumento en los últimos años, y se espera que esa tendencia se mantenga como consecuencia del cambio climático, lo que tendrá repercusiones significativas en las redes internacionales de producción.
Otro tipo de riesgo es la vulnerabilidad de las empresas que producen y exportan desde China como consecuencia del aumento de los aranceles impuestos a los productos de ese país por los Estados Unidos a partir de 2018.
China es el principal exportador mundial de partes y componentes, dado que realiza un 15% de los envíos mundiales. Asimismo, representa cerca de la mitad de las exportaciones mundiales de dichos productos.
Se prevé que la pandemia acelerará la reconfiguración de las cadenas de valor globales con el fin de lograr una mayor resiliencia o robustez, incluso si ello implica mayores costos de operación.
Desde la óptica de las empresas multinacionales existen varias opciones. Las empresas líderes pueden diversificar su red de proveedores en términos de países y empresas, sin necesariamente acortar la extensión geográfica de la cadena, por ejemplo, trasladando la producción de China a Vietnam.
Otra opción es privilegiar ubicaciones más cercanas a los mercados finales de consumo, por ejemplo, trasladar la producción de China a México, en el caso de empresas que se orientan al mercado de los Estados Unidos.
Hacia la recuperación
En un informe actualizado de otoño de 2020, la Organización Mundial de Comercio pronosticó una disminución del 9,2% en el volumen del comercio mundial de mercancías, seguida de un aumento del 7,2% en 2021.
Según la Actualización de las Perspectivas de la Economía Mundial del FMI de enero de 2021, se prevé que los volúmenes de comercio mundial crecerán aproximadamente 8% en 2021 y 6% en 2022, en línea con la recuperación mundial prevista.
El Fondo Monetario Internacional pronostica que el comercio de servicios se recuperará más lentamente, principalmente debido al impacto de las restricciones de viaje en el turismo transfronterizo y los viajes de negocios.
Por otra parte, el Banco Mundial estima que el comercio mundial se contrajo en un 9,5% en 2020, lo que es comparable al declive durante la recesión mundial de 2009, pero que afecta a una proporción significativamente mayor de economías. En el escenario de referencia, el comercio se recuperaría y mostraría una tasa de crecimiento promedio del 5,1% en 2021-22.